jueves, 25 de diciembre de 2008

Daniela Belmar, representa a una nueva camada de árbitras locales


Jueves 25 de diciembre de 2008.
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Tiene 19 años y es la más pequeña de todas las mujeres que se graduaron de árbitras en el reciente curso dictado por los jueces Carlos Chandía y Luis Navarrete en Chillán.

Daniela Belmar Quijada es algo tímida, pero cuando se calza el traje negro y se lleva el pito a la boca, deja aflorar su personalidad de hierro. “Soy algo pasiva, pero hasta cierto punto. Para arbitrar hay que tener carácter”, confiesa la ex alumna del Liceo Politécnico de San Carlos que con cartón en mano, espera la oportunidad de dirigir en alguna liga escolar o en el fútbol amateur.

“Estoy preparada para arbitrar un partido si me lo proponen. Al curso entré porque consideré que era una oportunidad para aprender más sobre fútbol y desarrollarme”, subraya la pequeña Daniela que además es una excelente jugadora de fútbol.

“Sí, juego de volante de creación. El jugador que más admiro es Marcelo Salas, él es lo máximo”.

DISCÍPULA DE CHANDÍA.
Daniela cuenta que durante el mes que duró el curso (con clases teóricas y prácticas los viernes, sábado y domingo desde el 7 de noviembre), se empapó de la experiencia de Carlos Chandía, el mejor árbitro de Chile y considerado hace un par de años, uno de los mejores de Sudamérica.

“Fue una linda experiencia aprender con él porque las clases se pasaban volando. Además que él nos contaba muchas anécdotas que ha vivido en su carrera. Recuerdo que nos contó esa vez que un jugador brasileño le quitó la tarjeta amarilla, que le mostró, de sus manos. También cuando le dijo a un jugador de U. Católica (Cristian Álvarez), que se puso al arco, que se tirará a la izquierda y atajó el penal, y también cuando aplaudió un gol de un equipo. Fue entretenido”. La sancarlina incursiona en el arbitraje con el respaldo de sus padres que aplauden la decisión de abrirse paso en un mundo dominado por hombres.

“Si uno quiere siempre va a poder. Las mujeres estamos ganando espacios no sólo en el fútbol y creo que de a poco vamos superando a los hombres. Ahora nosotras estamos mandando”, acota.

SEGURIDAD TOTAL.
Consultada sobre si teme, que arbitrando un partido de fútbol masculino, un jugador la agreda o la insulte, asegura que “a nosotras nos tendrán respeto, creo que al ver que somos mujeres se controlarán más”. Daniela tiene claro los consejos que le dieron sus maestros en el curso de árbitras.

“Para arbitrar hay que ser correcta, dar el ejemplo. Además el profesor Luis Navarrete nos dijo que no podíamos ser hinchas de ningún equipo de fútbol para demostrar imparcialidad”.

Vestida de árbitra y con tarjeta en mano, Daniela revela su máximo sueño. “Me gustaría dirigir algún día en el fútbol nacional o en un Mundial de Fútbol”, sentencia con una sonrisa tímida.
MÁS INFO EN: http://www.diarioladiscusion.cl/?control=porsec&id_noticia_p=50555&id_diario=25122008&id_categoria=05&fecha=25/12/2008
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