¿Qué tan auténtico es el famoso abrazo de Chillán, ese que ayer los ediles de la intercomuna, Sergio Zarzar y Felipe Aylwin, se dieron en el límite de ambas urbes, el Paso de Piedra, en señal de mancomunión de objetivos y que presagia un futuro promisorio para ambas urbes separadas por el estero Las Lechuzas?
ladiscusion.cl - 27 de junio, 2011
ladiscusion.cl - 27 de junio, 2011
Tradición en el marco del Aniversario 431 de la ciudad que enfrentó a dos madrugadores alcaldes en el frío matinal a las 8.00 horas.
La verdad es que ambos ediles, de veredas opuestas en la política, han vivido años de buena convivencia en la ciudad, aunque no pocos aseguran que existen diferencias profundas en su forma de ver el desarrollo de la intercomuna.
A pesar de aquello, los alcaldes han mostrado entre ellos una imagen condescendiente y han evitado confrontaciones públicas. Algo que en los discursos de ambas autoridades no se refleja, ya que constantemente se han lanzado mensajes en una suerte de competencia por demostrar una mejor gestión.
“Tenemos más proyectos que Chillán, somos más activos en la generación de iniciativas”, era una frase recurrente de Felipe Aylwin hasta el año pasado, cuando el alcalde Sergio Zarzar no recibía un apoyo contundente del Gobierno.
Efectivamente, mientras el 2010 Chillán obtenía pocos recursos del Estado, Chillán Viejo exhibía una cartera de más de 8 mil millones en proyectos RS y en ejecución.
Un molesto penal
Quizás la principal diferencia entre ambas comunas hoy se deba a quien asume el costo de acoger la nueva cárcel provincial, que reemplazará al recinto penal ubicado en pleno centro de Chillán.
Si bien es cierto que la autoridad decidió que el recinto penitenciario debe construirse en Chillán Viejo, la comuna histórica blande el argumento de ser depositaria de todos los males de la intercomuna: basura, aguas servidas, cárcel y plantas de cerdos.
“Si la cárcel está en Chillán, debe quedar en Chillán, no en el radio urbano, pero sí en la comuna”, es el argumento enfático el alcalde chillanvejano Felipe Aylwin.
Sergio Zarzar, en tanto, ha sido claro en señalar que “la cárcel no es de Chillán, sino que de la provincia y en la selección del terreno se analizaron muchas propuestas y fue el Ministerio y no nosotros los que tomamos la decisión final. Yo sigo sosteniendo que Chillán ha tenido la cárcel en el centro por muchas décadas, pero por favor, es la cárcel provincial, no es la cárcel de Chillán y los técnicos sabrán cual es el mejor lugar y espero que la construcción comience cuanto antes”, agregó Zarzar.
PATIO TRASERO
El abrazo a las 8 de la mañana de ayer, en el marco de los 431 años de la ciudad, se ve dividido por otra gran disputa: ¿quién se hace cargo de la basura? Otra crítica chillanvejana, que ha planteado que no tiene por qué asumir el costo de contener desperdicios que en su mayoría se generan en Chillán.
En este sentido, la calidad de “patio trasero” de la capital provincial, como se autocalifica Chillán Viejo, genera y ha generado discrepancias entre ambos municipios.
Chillán envía al relleno más de 3.500 toneladas de basura cada treinta días, mientras que las de Chillán Viejo no sobrepasaría las 200 toneladas al mes.
“La cárcel debe quedar en Chillán. Si así ocurriera, nosotros asumimos el vertedero y controlamos que se haga un buen trabajo allí. Pero la idea es que otras comunas también tengan, no puede estar todo concentrado en nuestra comuna”, señala Aylwin.
Promesas marcan discurso de Zarzar
“Prometer no cuesta nada y esperaré a que las obras estén entregadas para creer”, señaló con cierto recelo la dirigenta del Colegio de Profesores, Brígida Hormazábal, tras escuchar los anuncios del alcalde Sergio Zarzar en su discurso a la ciudad tras cumplirse los 431 años.
Como ella, el concejal Juan López Cruz agregó “este municipio se compromete con muchas cosas, pero ¿donde están los resultados?”.
Pero más allá de las divergencias que puedan haber, el alcalde mencionó una serie de obras que prometen cambiarle la cara a la ciudad y que ya habían sido comentadas por LA DISCUSIÓN.
“Nos preparamos para la ejecución de trabajos destinados al desarrollo urbano por más de 9 mil millones de pesos”, dijo la autoridad.
Zarzar destacó la construcción del Estadio Atlético en Quilamapu, además de una cancha sintética de fútbol y el cambio de techumbre y frontones del doble gimnasio.
Además, comprometió la terminación del Teatro Municipal, la tercera etapa de la Avenida O’Higgins y otras millonarias iniciativas.
La verdad es que ambos ediles, de veredas opuestas en la política, han vivido años de buena convivencia en la ciudad, aunque no pocos aseguran que existen diferencias profundas en su forma de ver el desarrollo de la intercomuna.
A pesar de aquello, los alcaldes han mostrado entre ellos una imagen condescendiente y han evitado confrontaciones públicas. Algo que en los discursos de ambas autoridades no se refleja, ya que constantemente se han lanzado mensajes en una suerte de competencia por demostrar una mejor gestión.
“Tenemos más proyectos que Chillán, somos más activos en la generación de iniciativas”, era una frase recurrente de Felipe Aylwin hasta el año pasado, cuando el alcalde Sergio Zarzar no recibía un apoyo contundente del Gobierno.
Efectivamente, mientras el 2010 Chillán obtenía pocos recursos del Estado, Chillán Viejo exhibía una cartera de más de 8 mil millones en proyectos RS y en ejecución.
Un molesto penal
Quizás la principal diferencia entre ambas comunas hoy se deba a quien asume el costo de acoger la nueva cárcel provincial, que reemplazará al recinto penal ubicado en pleno centro de Chillán.
Si bien es cierto que la autoridad decidió que el recinto penitenciario debe construirse en Chillán Viejo, la comuna histórica blande el argumento de ser depositaria de todos los males de la intercomuna: basura, aguas servidas, cárcel y plantas de cerdos.
“Si la cárcel está en Chillán, debe quedar en Chillán, no en el radio urbano, pero sí en la comuna”, es el argumento enfático el alcalde chillanvejano Felipe Aylwin.
Sergio Zarzar, en tanto, ha sido claro en señalar que “la cárcel no es de Chillán, sino que de la provincia y en la selección del terreno se analizaron muchas propuestas y fue el Ministerio y no nosotros los que tomamos la decisión final. Yo sigo sosteniendo que Chillán ha tenido la cárcel en el centro por muchas décadas, pero por favor, es la cárcel provincial, no es la cárcel de Chillán y los técnicos sabrán cual es el mejor lugar y espero que la construcción comience cuanto antes”, agregó Zarzar.
PATIO TRASERO
El abrazo a las 8 de la mañana de ayer, en el marco de los 431 años de la ciudad, se ve dividido por otra gran disputa: ¿quién se hace cargo de la basura? Otra crítica chillanvejana, que ha planteado que no tiene por qué asumir el costo de contener desperdicios que en su mayoría se generan en Chillán.
En este sentido, la calidad de “patio trasero” de la capital provincial, como se autocalifica Chillán Viejo, genera y ha generado discrepancias entre ambos municipios.
Chillán envía al relleno más de 3.500 toneladas de basura cada treinta días, mientras que las de Chillán Viejo no sobrepasaría las 200 toneladas al mes.
“La cárcel debe quedar en Chillán. Si así ocurriera, nosotros asumimos el vertedero y controlamos que se haga un buen trabajo allí. Pero la idea es que otras comunas también tengan, no puede estar todo concentrado en nuestra comuna”, señala Aylwin.
Promesas marcan discurso de Zarzar
“Prometer no cuesta nada y esperaré a que las obras estén entregadas para creer”, señaló con cierto recelo la dirigenta del Colegio de Profesores, Brígida Hormazábal, tras escuchar los anuncios del alcalde Sergio Zarzar en su discurso a la ciudad tras cumplirse los 431 años.
Como ella, el concejal Juan López Cruz agregó “este municipio se compromete con muchas cosas, pero ¿donde están los resultados?”.
Pero más allá de las divergencias que puedan haber, el alcalde mencionó una serie de obras que prometen cambiarle la cara a la ciudad y que ya habían sido comentadas por LA DISCUSIÓN.
“Nos preparamos para la ejecución de trabajos destinados al desarrollo urbano por más de 9 mil millones de pesos”, dijo la autoridad.
Zarzar destacó la construcción del Estadio Atlético en Quilamapu, además de una cancha sintética de fútbol y el cambio de techumbre y frontones del doble gimnasio.
Además, comprometió la terminación del Teatro Municipal, la tercera etapa de la Avenida O’Higgins y otras millonarias iniciativas.
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