14 de junio, 2011www.ladiscusion.cl
Marcharon sin permiso de la Gobernación. “Utilizamos nuestro legítimo derecho a expresarnos”, dijeron, y la movilización fue tan limpia y ordenada, que seguramente marcará un antes y un después en relación al problema que hoy vive la educación superior.
La convocatoria de ayer no fue de los estudiantes. Académicos y funcionarios de la U. del Bío-Bío hicieron suyas las demandas de los universitarios, pues según explicó Francisco Cisternas, presidente de la Asociación de Académicos, “nos preocupa tanto como a ellos el estado en que se encuentran las universidades estatales. Las políticas públicas anunciadas por el ministro Lavín no atacan el problema de fondo, que es la necesidad de aumentar el aporte fiscal directo. La idea no es repartir lo que ya existe, sino aumentar los fondos directos que van hacia las universidades del Estado, éste tiene que hacerse responsable de sus universidades”, dijo.
Por ejemplo, el aporte que recibe la UBB de parte del Estado es de un 8%. El otro 92% lo aporta la universidad que comprende aproximadamente un 80% los estudiantes y sus familias, y un 12% los académicos, a través de diferentes concursos y fondos.
“es la familia la que sufre”
Judith Lagos, presidenta de la Asociación de Funcionarios de la UBB, agregó que este estamento no está ajeno a la problemática que hoy aqueja a la educación superior, ya que se trata de una situación que aqueja a la familia.
“No queremos la privatización de nuestras universidades estatales, necesitamos que todos unidos participemos de estas acciones para que nuestra universidad se mantenga, y así, nuestros hijos puedan estudiar. Esto nos motiva a participar de las movilizaciones y nos mueve a plegarnos este jueves al gran paro nacional. Queremos que ese día no sólo estemos nosotros, sino que también nuestras familias, que son las que están involucradas en este gran problema económico que significa seguir estudios superiores”.
“esto es histórico”
Para el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Bío-Bío sede Chillán, Óscar Molina, lo de ayer fue un hecho histórico.
“Académicos, funcionarios y estudiantes de la UBB hemos salido a la calle en defensa de la educación pública, ya que tras escuchar al ministro de Educación, Joaquín Lavín, quien no se refirió en ningún momento al fin del lucro, estimamos necesario seguir presionando. Por ello, este jueves volveremos a salir a la calle con más fuerza que nunca y con nuestras familias, a exigirle a este gobierno que cambie el actual sistema”, concluyó.
Además de los distintos gremios que ya han confirmado su participación en el paro del jueves, también se sumarán los estudiantes secundarios que están en paro y en toma, y que en la provincia aumentan todos los días.
Ojo con el hastío generalizado
Si bien para el sociólogo Alexis Rebolledo es aventurado hablar de un “fenómeno”, en relación a la efervescencia generalizada que se está viviendo en el país en torno a las problemáticas de la educación, sí se atreve a describir una serie de “relatos entrecruzados” que generan esta concomitancia a la hora de protestar.
“Hay un denominador común que es el rechazo hacia las políticas que se están implementando y este sentimiento es transversal. Más allá del tema de fondo, que es la distribución de los fondos para las universidades, lo que se está canalizando es una postura ciudadana compartida en torno a solidarizar respecto del olvido en el que se está dejando al ciudadano en la toma de decisiones”, advirtió el profesional.
Y agrega: “Estamos hablando de universidades públicas, estatales, y aquí no se está tomando en cuenta lo que opinan quienes conforman precisamente estos planteles”, señaló.
En el caso de la U. del Bío-Bío, dijo, “el hecho que los tres estamentos se hayan unido constituye un reconocimiento a la injusticia que significa para ellos el hecho que una universidad pública permita que las familias se endeuden con la banca privada para pagar una educación, que se supone, es pública. El sentimiento que aflora es de indignación, de hastío, y es algo que podemos ver en todo el mundo. En España, por ejemplo, el bipartidismo ya no es bien recibido por los ciudadanos, algo similar a lo que está ocurriendo en Chile, donde se trabaja y se decide a espaldas de la ciudadanía”, indicó.
Y concluye: “Ojo con centrarse en el número de marchantes en una movilización. Quienes piensan igual pueden estar al mismo tiempo twitteando o escribiendo en Facebook. Las redes sociales han sido clave a la hora de brindar información, sobre todo, a las familias, que ya no ven tan descabellado unirse a una marcha para protestar por algo que consideran injusto”.
La convocatoria de ayer no fue de los estudiantes. Académicos y funcionarios de la U. del Bío-Bío hicieron suyas las demandas de los universitarios, pues según explicó Francisco Cisternas, presidente de la Asociación de Académicos, “nos preocupa tanto como a ellos el estado en que se encuentran las universidades estatales. Las políticas públicas anunciadas por el ministro Lavín no atacan el problema de fondo, que es la necesidad de aumentar el aporte fiscal directo. La idea no es repartir lo que ya existe, sino aumentar los fondos directos que van hacia las universidades del Estado, éste tiene que hacerse responsable de sus universidades”, dijo.
Por ejemplo, el aporte que recibe la UBB de parte del Estado es de un 8%. El otro 92% lo aporta la universidad que comprende aproximadamente un 80% los estudiantes y sus familias, y un 12% los académicos, a través de diferentes concursos y fondos.
“es la familia la que sufre”
Judith Lagos, presidenta de la Asociación de Funcionarios de la UBB, agregó que este estamento no está ajeno a la problemática que hoy aqueja a la educación superior, ya que se trata de una situación que aqueja a la familia.
“No queremos la privatización de nuestras universidades estatales, necesitamos que todos unidos participemos de estas acciones para que nuestra universidad se mantenga, y así, nuestros hijos puedan estudiar. Esto nos motiva a participar de las movilizaciones y nos mueve a plegarnos este jueves al gran paro nacional. Queremos que ese día no sólo estemos nosotros, sino que también nuestras familias, que son las que están involucradas en este gran problema económico que significa seguir estudios superiores”.
“esto es histórico”
Para el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad del Bío-Bío sede Chillán, Óscar Molina, lo de ayer fue un hecho histórico.
“Académicos, funcionarios y estudiantes de la UBB hemos salido a la calle en defensa de la educación pública, ya que tras escuchar al ministro de Educación, Joaquín Lavín, quien no se refirió en ningún momento al fin del lucro, estimamos necesario seguir presionando. Por ello, este jueves volveremos a salir a la calle con más fuerza que nunca y con nuestras familias, a exigirle a este gobierno que cambie el actual sistema”, concluyó.
Además de los distintos gremios que ya han confirmado su participación en el paro del jueves, también se sumarán los estudiantes secundarios que están en paro y en toma, y que en la provincia aumentan todos los días.
Ojo con el hastío generalizado
Si bien para el sociólogo Alexis Rebolledo es aventurado hablar de un “fenómeno”, en relación a la efervescencia generalizada que se está viviendo en el país en torno a las problemáticas de la educación, sí se atreve a describir una serie de “relatos entrecruzados” que generan esta concomitancia a la hora de protestar.
“Hay un denominador común que es el rechazo hacia las políticas que se están implementando y este sentimiento es transversal. Más allá del tema de fondo, que es la distribución de los fondos para las universidades, lo que se está canalizando es una postura ciudadana compartida en torno a solidarizar respecto del olvido en el que se está dejando al ciudadano en la toma de decisiones”, advirtió el profesional.
Y agrega: “Estamos hablando de universidades públicas, estatales, y aquí no se está tomando en cuenta lo que opinan quienes conforman precisamente estos planteles”, señaló.
En el caso de la U. del Bío-Bío, dijo, “el hecho que los tres estamentos se hayan unido constituye un reconocimiento a la injusticia que significa para ellos el hecho que una universidad pública permita que las familias se endeuden con la banca privada para pagar una educación, que se supone, es pública. El sentimiento que aflora es de indignación, de hastío, y es algo que podemos ver en todo el mundo. En España, por ejemplo, el bipartidismo ya no es bien recibido por los ciudadanos, algo similar a lo que está ocurriendo en Chile, donde se trabaja y se decide a espaldas de la ciudadanía”, indicó.
Y concluye: “Ojo con centrarse en el número de marchantes en una movilización. Quienes piensan igual pueden estar al mismo tiempo twitteando o escribiendo en Facebook. Las redes sociales han sido clave a la hora de brindar información, sobre todo, a las familias, que ya no ven tan descabellado unirse a una marcha para protestar por algo que consideran injusto”.
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