9 de julio, 2011
Autoridad comunal y de educación no disimularon añoranzas melancólicas al ver cómo caían los escombros ante el avance de la poderosa máquina.
Entre 10 a 15 días se prolongaría faena completa.
Autoridad comunal y de educación no disimularon añoranzas melancólicas al ver cómo caían los escombros ante el avance de la poderosa máquina.
Entre 10 a 15 días se prolongaría faena completa.
ladiscusion.cl
Ricardo Haro Salazar
En medio de sentimientos encontrados, llenos de nostalgia pero con gran satisfacción, las autoridades municipales y de educación de la comuna, encabezadas por el alcalde Sergio Zarzar, observaron impactados la demolición del primer tramo del internado del Liceo Narciso Tondreau , seriamente dañada por el terremoto del 27 de febrero del 2010, trabajos que inició la empresa Flesan con la intervención de maquinaria pesada.
El costado trasero del edificio a demoler fue la primera sección intervenida, luego que la retroexcavadora Caterpillar 320, dotada de un brazo de 16 metros, abriera las enormes fauces de su mordaza cizalla para ir “devorando” poco a poco la mole de ladrillo, cemento y hierro que amenazaba con derrumbarse.
Dentro del plazo
De acuerdo a los antecedentes entregados por el profesional residente de las faenas, ingeniero civil, Enrique Conget, “el avance dependerá a cómo se vaya comportando el edificio”, puntualizando que “por sus características, no debiéramos demorarnos más de 10 a 15 días en echarlo abajo”.
Junto con indicar que la edificación en toda su amplitud no presenta grandes inconvenientes estructurales para el trabajo de demolición, Conget aseguró que el avance paulatino de la demolición permitirá terminar antes del plazo de 45 días que establece el contrato. “Antes del 30 de este mes, plazo fatal contractual, terminaremos la demolición y el retiro de los escombros”, aseguró.
Explicó que la demolición se irá realizando escalonadamente, “es decir, la estructura la iremos bajando poco a poco, paulatinamente, a fin de no generar molestia a los vecinos”, insistiendo en la máquina, similar a la que botó el edificio Don Tristán en Santiago, no genera ruidos molestos y menos polución, ya que el brazo de la Caterpillar está dotado de un conducto que va lanzando agua para humedecer los muros a derribar y evitar el polvo.
Nuevo internado más cómodo
Para el rector del Liceo Narciso Tondreau, Patricio López, el que se haya iniciado la demolición del edificio del antiguo y dañado internado le produce una situación de sentimientos encontrados, llenos de nostalgia.
“Para quienes hemos estudiado aquí o hemos estado vinculados al establecimiento de alguna manera esta situación nos produce un tanto de nostalgia, toda vez que el internado era un símbolo también del establecimiento, por lo tanto, es lógico que nos entristezca su demolición, pero, por otro lado, sabemos que era absolutamente necesario, ya que en las condiciones en que estaba encerraba un serio peligro”, dijo.
El nuevo internado, según anticipó López, está siendo proyectado en dimensiones menores al antiguo, pero con mejores estándares de comodidad y confort para los alumnos. “Tendrá una menor capacidad, pero responderá a las necesidades del establecimiento, conforme a lo que hemos solicitado”, indicó.
Como lo estableció el alcalde Sergio Zarzar, “no hay fechas ni plazos establecidos para la edificación del nuevo internado, debido a los imponderables que puedan surgir en este proceso constructivo”.
El internado, el antiguo que está desapareciendo, albergaba a 150 estudiantes de distintos puntos de Ñuble. “Fue uno de los establecimientos de su tipo mejor implementado en la provincia, lo que valió la calificación de una verdadera casa de acogida”, estableció su director Arnoldo Ferrada.
En la actualidad, sólo 50 estudiantes son albergados en una casa que arrendó especialmente para ello el municipio. El resto de los ex internos debe viajar diariamente desde distintos puntos de la provincia.
En medio de sentimientos encontrados, llenos de nostalgia pero con gran satisfacción, las autoridades municipales y de educación de la comuna, encabezadas por el alcalde Sergio Zarzar, observaron impactados la demolición del primer tramo del internado del Liceo Narciso Tondreau , seriamente dañada por el terremoto del 27 de febrero del 2010, trabajos que inició la empresa Flesan con la intervención de maquinaria pesada.
El costado trasero del edificio a demoler fue la primera sección intervenida, luego que la retroexcavadora Caterpillar 320, dotada de un brazo de 16 metros, abriera las enormes fauces de su mordaza cizalla para ir “devorando” poco a poco la mole de ladrillo, cemento y hierro que amenazaba con derrumbarse.
Dentro del plazo
De acuerdo a los antecedentes entregados por el profesional residente de las faenas, ingeniero civil, Enrique Conget, “el avance dependerá a cómo se vaya comportando el edificio”, puntualizando que “por sus características, no debiéramos demorarnos más de 10 a 15 días en echarlo abajo”.
Junto con indicar que la edificación en toda su amplitud no presenta grandes inconvenientes estructurales para el trabajo de demolición, Conget aseguró que el avance paulatino de la demolición permitirá terminar antes del plazo de 45 días que establece el contrato. “Antes del 30 de este mes, plazo fatal contractual, terminaremos la demolición y el retiro de los escombros”, aseguró.
Explicó que la demolición se irá realizando escalonadamente, “es decir, la estructura la iremos bajando poco a poco, paulatinamente, a fin de no generar molestia a los vecinos”, insistiendo en la máquina, similar a la que botó el edificio Don Tristán en Santiago, no genera ruidos molestos y menos polución, ya que el brazo de la Caterpillar está dotado de un conducto que va lanzando agua para humedecer los muros a derribar y evitar el polvo.
Nuevo internado más cómodo
Para el rector del Liceo Narciso Tondreau, Patricio López, el que se haya iniciado la demolición del edificio del antiguo y dañado internado le produce una situación de sentimientos encontrados, llenos de nostalgia.
“Para quienes hemos estudiado aquí o hemos estado vinculados al establecimiento de alguna manera esta situación nos produce un tanto de nostalgia, toda vez que el internado era un símbolo también del establecimiento, por lo tanto, es lógico que nos entristezca su demolición, pero, por otro lado, sabemos que era absolutamente necesario, ya que en las condiciones en que estaba encerraba un serio peligro”, dijo.
El nuevo internado, según anticipó López, está siendo proyectado en dimensiones menores al antiguo, pero con mejores estándares de comodidad y confort para los alumnos. “Tendrá una menor capacidad, pero responderá a las necesidades del establecimiento, conforme a lo que hemos solicitado”, indicó.
Como lo estableció el alcalde Sergio Zarzar, “no hay fechas ni plazos establecidos para la edificación del nuevo internado, debido a los imponderables que puedan surgir en este proceso constructivo”.
El internado, el antiguo que está desapareciendo, albergaba a 150 estudiantes de distintos puntos de Ñuble. “Fue uno de los establecimientos de su tipo mejor implementado en la provincia, lo que valió la calificación de una verdadera casa de acogida”, estableció su director Arnoldo Ferrada.
En la actualidad, sólo 50 estudiantes son albergados en una casa que arrendó especialmente para ello el municipio. El resto de los ex internos debe viajar diariamente desde distintos puntos de la provincia.
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