4 noviembre de 2011
Estrategias apuntan a segregar calles para impedir competencias entre colectivos y buses, además de modificar el tránsito de algunas.
Empresarios del transporte reclaman que aún no han sido convocados por las autoridades para debatir las propuestas.
El Plan de Gestión de Transportes de Chillán, próximo a aplicarse, incluye cambios radicales en la ciudad. Contempla modificación en la dirección de tránsito de algunas calles, paraderos diferidos, cambios en el sistema de estacionamientos y otras medidas orientadas a evitar atochamientos en el centro.
Y ayer se dio un paso clave en tal sentido, ya que el seremi de Transportes, Claudio Silva, visitó Chillán para acelerar el proceso de implementación de aquellas medidas y analizar algunas opciones que maneja con el municipio para reordenar el tránsito de vehículos de la locomoción colectiva mayor y menor.
¿Cuándo deben comenzar a aplicarse? A juicio de las autoridades, entre diciembre y enero a más tardar.
El seremi participó ayer, junto a personeros de Ministerio de Planificación, en la Aprobación del Plan Maestro de Transportes de Chillán, que incluye intervenciones mayores en un horizonte temporal de 20 años.
Son más de 80 mil millones de pesos los que serán invertidos para mejorar calles como Alonso de Ercilla y enlazar Los Puelches con Andrés Bello, entre otras obras, que darán forma al segundo anillo de circunvalación que requiere Chillán.
Pero mientras se analizan tales trabajos es imprescindible llevar a cabo medidas que impidan el caos vehicular que se produce en el centro, con la presencia de más de mil colectivos y unos 300 microbuses. En tales condiciones un plan de gestión que mejore la situación es un tema que no puede ser eludido por más tiempo.
Los cambios que se vienen en pocos meses
A grandes rasgos, detalló ayer el seremi, el plan incluye “en general medidas de sentido de tránsito, viraje, paraderos, señalética y estacionamientos”.
Quizás, indicó la autoridad, se incluye cambio de sentido del tránsito en algunas calles en determinados horarios.
Las futuras acciones deben ahora ser consensuadas con los gremios del transporte, con los cuales en el pasado la relación no fue del todo fluida e incluso hubo actores que se oponían a ciertas medidas.
El seremi aseguró que “siempre hay medidas de presión y cuando los sacan de un estatus quo es complicado, pero creo que con una mirada común tiene que hacerse, pues es beneficioso para la ciudad y la ciudad la componen todos, incluyendo los operadores”.
En tanto Natalia Aikiki, coordinadora Área sur de la Secretaría de Planificación de Transportes, sostuvo que las alternativas que se barajan incluyen “ordenamiento. No es que salgan del área céntrica, la idea es ordenar, diferenciar vías de transporte público mayor y menor, que no compitan en los mismos ejes”.
Agregó que no se trata de perjudicar a unos y favorecer a otros, sino que propender a un orden mayor.
Por su parte la licitación del transporte público de Chillán por ahora es una idea que se desecha, pero es considerada como una “buena medida para poder fomentar el transporte público mayor”. Esto, se señala desde el municipio, en una ciudad como Chillán donde existiría sobredotación de colectivos.
Dirigentes en alerta
Los dirigentes de los principales gremios del transporte están expectantes por conocer las medidas que serán implementadas y lamentan no haber sido convocados desde el comienzo.
Desde esta perspectiva Iván Sepúlveda, mandamás del principal gremio de taxibuses, señala que “hasta ahora no hemos sido convocados a ninguna reunión y desconocemos las medidas que se pueden aplicar”.
Raúl San Martín, coordinador del Consejo Superior del Transporte
de Chillán y representante de los colectivos, está a la espera de una citación formal para incorporar sus ideas y señala taxativamente que “si se prioriza a un gremio en desmedro de otro, habrá problemas”.
de Chillán y representante de los colectivos, está a la espera de una citación formal para incorporar sus ideas y señala taxativamente que “si se prioriza a un gremio en desmedro de otro, habrá problemas”.
El sólo hecho de sacar a una parte del transporte colectivo de 5 de Abril o Maipón, que es donde según los dirigentes se dirige la mayor parte de la población, causa rechazo.
San Martín estimó que una medida como esa sería ampliamente impopular, puesto que cuando se le da el derecho a una empresa de transportes no se le puede negar a otra.
El dirigente sostuvo que hasta ahora no se ha hablado seriamente de segregar el transporte colectivo, pero es una iniciativa que al parecer gana terreno entre las autoridades.
Visión municipal
El alcalde Sergio Zarzar planteó que es necesario un nuevo esquema, de tal manera que los móviles no pasen necesariamente todas por el centro y las personas puedan quedar a “una o dos cuadras” del centro comercial.
Lo cierto es que el desconocimiento de las medidas que serán aplicadas en breve plazo es un tema que molesta sobremanera a los dirigentes del transporte.
Además, el sólo hecho de impedir a algunas líneas el paso por algunas calles no es bien visto, porque puede afectar la rentabilidad de los colectiveros, que se consideran desplazados.
Por si fuera poco, si el plan apuesta por reforzar el sistema de transporte mayor, en este caso los microbuses, los colectiveros probablemente no estarán de acuerdo y presionarán.
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