CHILLÁN HUMANO Intercomuna, sus penas y alegrías: “El mítico Estadio Nelson Oyarzún” revivió gracias a inédita publicación

sábado, 6 de agosto de 2011

“El mítico Estadio Nelson Oyarzún” revivió gracias a inédita publicación

Víctor Orellana posa junto a autoridades y colaboradores en la elaboración de la obra. Entre ellos el comerciante ambulante no vidente Raúl Muñoz y Juan Salazar.

6 de agosto, 2011

ladiscusion.cl

La ceremonia también implicó la apertura de una exposición con las mejores fotos del libro en el hall de la Gran Sala del Teatro Municipal

Carolina Marcos Chavarría

Ayer fue un día lleno de emociones para el reportero gráfico de LA DISCUSIÓN, Víctor Orellana. No sólo lanzó su primera publicación “El mítico Estadio Nelson Oyarzún Arenas”, luego de cuatro años de incansable trabajo, sino que también recibió felicitaciones y reconocimientos por recobrar una parte de la historia de la ciudad que no sólo está relacionada con el fútbol. Ahora también se trataba de emociones.

Así lo manifestó en la ceremonia de lanzamiento del libro el editor de Deportes del Diario LA DISCUSIÓN, Rodrigo Oses, quien no pudo evitar emocionarse al explicar cómo nació el libro financiado por el Consejo de la Cultura y las Artes, a través de los Fondos de Cultura. “Recuerdo el día como si fuera hoy. El 2007 estaba junto a Víctor reporteando la triste demolición del estadio cuando él me pidió tomar un canastillo y el nombre de Néstor Zanatta que había caído desde su casillero. No entendí en el momento, pero le hice caso. Víctor me dijo: Rodrigo, esto será historia”, recordó.

“He leído el libro cinco veces y no dejo de emocionarme porque contiene trozos de historias humanas que rescatan algo más que fútbol”, dijo emocionado. “Trabajar con Víctor ha sido especial. Nunca olvidaré cuando nos tocó cubrir la participación de Ñublense en la Copa Sudamericana. Viajamos al corazón de la Sierra Peruana en un charter, y presenciamos el doloroso triunfo del otro equipo. Esa misma tarde se desató una tormenta y tuvimos que hacer el viaje de regreso en bus. Ahí comenzó a escribirse otra pesadilla porque muchos sucumbimos a los 5 mil 20 metros de altura. El bus se detuvo y nos comenzaron a auxiliar. En un momento miré a Víctor y él me disparó con su cámara. Yo me molesté, pero él volvió a insistir en que estábamos inmersos en un momento único y que esta odisea había que contarla. Víctor siempre le busca otra mirada al deporte”, dijo el periodista.

Por su parte, el alcalde Sergio Zarzar precisó que “este es uno de los grandes golazos en la vida de Víctor porque esta publicación rescata frustraciones, buenos momentos, dolores y alegrías, sin términos medios... El estadio fue un lugar de reunión deportiva y otros grandes espectáculos, hasta el momento de la destrucción. Ese estadio nunca se debió destruir. Siempre es mejor tener dos estadios que uno”, señaló.

El autor

Un emocionado Víctor Orellana recordó también los inicios de la idea de editar este libro. “Como reportero gráfico de otros medios como El Mercurio y Las Últimas Noticias me tocó muchas veces venir a ese estadio. Muchos colegas siempre insistieron que tenía algo especial, aparte de los árboles que hacían sombra y que muchas veces dificultaban el trabajo. Esos recuerdos me embargaron cuando se firmó el acta de demolición. En ese minuto pensé que esto no podía estar pasando y comencé a tomar fotos de todo el proceso”, dijo.

“Las fotos contenidas en este libro fueron escogidas en función de que las personas se puedan sentir identificadas. Muchos se encontrarán en las galerías porque todas las fotos son diferentes. La historia que muestro en el libro es para que nos identifiquemos y sepamos que antes de destruir algo, siempre hay que dar una tercera vuelta”, precisó.

Por parte del Consejo de la Cultura, asistió a la ceremonia la directora (s) Elicia Herrera, quien también felicitó al reportero por el trabajo realizado en torno a la figura del estadio y su tradición.