2 de agosto, 2011
ladiscusion.cl
Carla Sánchez “Amigos, la vida de mi niño se está apagando”, eran las palabras de desconsuelo y resignación que escribía en el Facebook creado para ayudar a Carlos Miranda, su padre, Jonathan Miranda. Y finalmente se apagó, porque horas más tarde, el mismo Jonathan informó a través de las redes sociales la muerte del joven estudiante chillanejo, quien llevaba un año batallando contra una leucemia linfoblástica aguda.
Sus glóbulos blancos, presión y saturación de oxígeno disminuyeron hasta el mínimo, causándole la muerte ayer en la mañana.
Cuando el reloj se aprestaba a marcar las 9 horas. Carlitos Miranda falleció. Su presión, saturación de oxígeno y glóbulos blancos disminuyeron considerablemente durante las últimas horas, variables que gatillaron el debilitamiento del joven estudiante del Colegio Adventista de Chillán. Conmoción y mucha pena causó la noticia en todos quienes siguieron de cerca la lucha de Carlos. Sus padres, siempre llenos de esperanza y fe en Dios, nunca bajaron los brazos, hasta que el corazón del joven estudiante dejó de latir.
“Estimados, Carlitos ha bajado su saturación al mínimo. Lo más probable es que fallezca (...) los queremos mucho a ustedes”, fueron las últimas palabras que escribió Jonathan en el Facebook antes de informar la muerte de su hijo.
En el colegio de Carlos, sus compañeros y profesores están deshechos. Con mucha fe y esperanzados que todo saldría bien, la noticia fue como un balde de agua fría. “El dolor es inevitable sentirlo. Estamos tranquilos porque siempre estuvimos presentes en la enfermedad de Carlitos, acompañándolo a él y su familia, con un apoyo constante. Creemos en Dios y eso nos hace sentir tranquilos, porque aceptamos la voluntad de Él”, manifestó el rector del Colegio Adventista, Alejandro Caro.
Pasadas las 21 horas llegaron los restos de Carlos Miranda Lepe al templo de la Univesidad Adventista. Se realizó un servicio, donde sus padres Jonathan y Bárbara compartieron con sus cercanos, amigos y familiares. Siempre llenos de una fortaleza impresionante, apelaron a una profunda fe.
“Mi niño peleó una buena batalla, pero su vida en este mundo se ha apagado. Sin embargo, su vida eterna está asegurada, ya que en estos momentos descansará de todo dolor. Pienso que el propósito que tenía Dios para mi hijo era que todos quienes fueron testigos de este proceso observaran su fe y que entreguen sus vidas a Cristo, eso era lo que él quería”, comentó Bárbara Lepe.
Por su parte, el padre de Carlos, Jonathan, agradeció todas las muestras de cariño que tuvieron durante este duro proceso, que pese a superar el tema del trasplante, finalmente no fue suficiente para el joven de 18 años. Muchos serán los recuerdos, las alegrías, las penas, las adversidades que quedarán en la memoria de la familia Miranda Lepe, pero ahora están tranquilos de que Carlos ya no sufrirá más.
Sus funerales serán esta tarde en el Parque las Flores, después de un servicio que se realizará a partir de las 15 hrs. en el templo.
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