11 de agosto, 2010
http://www.ladiscusion.cl/ Isabel Charlin
Ya no pelea más. Dice que a sus casi ochenta años, ya perdió la esperanza de recuperar el terreno que en 1967 compró con tanto esfuerzo, sobre todo, después de los malos ratos y las explicaciones irrisorias que le han dado las autoridades, y de las promesas de ayuda que candidatos tanto de Concertación como de Alianza no han cumplido.
Es su hijo, Jeferson, quien decidió arremeter en Santiago, esta vez, sin aceptar un no como respuesta. Esto, luego que en 1999 Enaldo Gatica viajara ilusionado hasta Concepción para recibir lo que pensaba serían $28 millones por concepto de indemnización, luego que en 1974, tras ser detenido, torturado, haber perdido un hijo y haber sido obligado a abandonar el país, le expropiaran 2,3 hectáreas de su propiedad, ubicada en el sector de Colvindo, al interior de Ñiquén.
“Mi señora Gladys y yo ya nos habíamos hecho ilusiones, incluso, empezamos a desarmar el techo de nuestra casa, para cambiarlo. Cuál fue mi sorpresa cuando llegué a las oficinas de la Seremi de Obras Públicas, en Concepción, y el seremi de ese entonces, Miguel Ángel Carvacho, me hizo firmar un documento que decía que no me convenía llevar a cabo el trámite, pues por el avalúo del terreno de Eº2.084,88 de la época, no me darían más de $2,08 actuales. Enfurecí, incluso, intenté golpear al seremi con un cenicero. ¿Cómo podía decirme eso, y además, hacerme creer que recibiría varios millones? Dejé todos los papeles allí mismo, no firmé nada y tomé rumbo hacia la costa, preso de la rabia. Carabineros tuvo que orientarme y llevarme de vuelta al terminal, para retornar a San Carlos, donde vivía en ese entonces”, relata Enaldo.
Vida de esfuerzo
Comerciante de toda la vida, este ñiquenino contaba en 1973 con dos negocios y su terreno.
“Ni siquiera militaba. De repente daba pensión, y yo pienso que por eso pensaron que estaba metido en algo. Me detuvieron en Santiago; mi señora, que estaba embarazada de término, perdió la guagua por un golpe que le dieron con un arma. Me mandaron al Estadio Nacional y casi muero de una infección. Si no es por la Cruz Roja que intercedió para que me liberaran, habría muerto. De ahí me fueron a botar al Paso Libertadores”, cuenta, mientras trata de no quebrarse.
Junto a Gladys recorrió Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, donde finalmente se estableció.
“No sé por qué le hice caso a mi mujer y retornamos en 1980. Fue entonces cuando descubrí que por estar yo fuera del país, se las arreglaron para quitarme el terreno. Apenas llegó la democracia, comencé a hacer trámites para lograr algún tipo de indemnización. En el gobierno de Patricio Aylwin me dieron tres hectáreas en Ñiquén. No eran muy buenas, pero las acepté. Después, en el gobierno de Eduardo Frei, me las quitaron bajo la excusa de que me las habían arrendado. En el intertanto, el terreno se transformó en calichera, sacaban y sacaban ripio para hacer caminos y hoy, sólo es un inmenso hoyo con agua”, relató Enaldo.
Ya se había dado por vencido, cuando su hijo, Jeferson, quien vive en Santiago, lo instó para retomar su lucha.
“Lo que mi papá pide es justo. He estado haciendo algunas averiguaciones, y tal vez se pueda hacer una re tasación. Me han dicho que van a arreglar el problema, pero no sé si confiar”, señaló Jeferson.
Mientras, Enaldo vive en lo que le quedó de su gran terreno, junto a Gladys -recién operada de un tumor al estómago-, con dos pensiones de $75 mil.
- ¿Confía en que algún día recuperará lo que es suyo?
- Yo ya no confío en nadie. Menos en los políticos.
“Mi señora Gladys y yo ya nos habíamos hecho ilusiones, incluso, empezamos a desarmar el techo de nuestra casa, para cambiarlo. Cuál fue mi sorpresa cuando llegué a las oficinas de la Seremi de Obras Públicas, en Concepción, y el seremi de ese entonces, Miguel Ángel Carvacho, me hizo firmar un documento que decía que no me convenía llevar a cabo el trámite, pues por el avalúo del terreno de Eº2.084,88 de la época, no me darían más de $2,08 actuales. Enfurecí, incluso, intenté golpear al seremi con un cenicero. ¿Cómo podía decirme eso, y además, hacerme creer que recibiría varios millones? Dejé todos los papeles allí mismo, no firmé nada y tomé rumbo hacia la costa, preso de la rabia. Carabineros tuvo que orientarme y llevarme de vuelta al terminal, para retornar a San Carlos, donde vivía en ese entonces”, relata Enaldo.
Vida de esfuerzo
Comerciante de toda la vida, este ñiquenino contaba en 1973 con dos negocios y su terreno.
“Ni siquiera militaba. De repente daba pensión, y yo pienso que por eso pensaron que estaba metido en algo. Me detuvieron en Santiago; mi señora, que estaba embarazada de término, perdió la guagua por un golpe que le dieron con un arma. Me mandaron al Estadio Nacional y casi muero de una infección. Si no es por la Cruz Roja que intercedió para que me liberaran, habría muerto. De ahí me fueron a botar al Paso Libertadores”, cuenta, mientras trata de no quebrarse.
Junto a Gladys recorrió Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil, donde finalmente se estableció.
“No sé por qué le hice caso a mi mujer y retornamos en 1980. Fue entonces cuando descubrí que por estar yo fuera del país, se las arreglaron para quitarme el terreno. Apenas llegó la democracia, comencé a hacer trámites para lograr algún tipo de indemnización. En el gobierno de Patricio Aylwin me dieron tres hectáreas en Ñiquén. No eran muy buenas, pero las acepté. Después, en el gobierno de Eduardo Frei, me las quitaron bajo la excusa de que me las habían arrendado. En el intertanto, el terreno se transformó en calichera, sacaban y sacaban ripio para hacer caminos y hoy, sólo es un inmenso hoyo con agua”, relató Enaldo.
Ya se había dado por vencido, cuando su hijo, Jeferson, quien vive en Santiago, lo instó para retomar su lucha.
“Lo que mi papá pide es justo. He estado haciendo algunas averiguaciones, y tal vez se pueda hacer una re tasación. Me han dicho que van a arreglar el problema, pero no sé si confiar”, señaló Jeferson.
Mientras, Enaldo vive en lo que le quedó de su gran terreno, junto a Gladys -recién operada de un tumor al estómago-, con dos pensiones de $75 mil.
- ¿Confía en que algún día recuperará lo que es suyo?
- Yo ya no confío en nadie. Menos en los políticos.
Solicitan informe a Obras Públicas
LA DISCUSIÓN consultó sobre este caso a la Seremi de Obras Públicas, en Concepción.
Debido a que este organismo regional se creó recién en 1974, dijeron no contar con algunas bases de datos, razón por la cual, sobre esta situación en particular no pudieron dar una respuesta inmediata.
Sin embargo, agregaron, se solicitó un informe a Expropiaciones del nivel central, entidad a la que se consultará si es que existen antecedentes respecto de en qué circunstancias se traspasó el terreno; quién lo adquirió y quién ha hecho uso de él.
“Mi hijo es el que quiere pelear. Yo, la verdad, me di por vencido. Crié doce hijos con mi trabajo, y gracias a Dios, me salieron todos muy responsables”, señaló Enaldo, quien agregó que su hijo, Jeferson, había solicitado una entrevista con el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
Entre las autoridades y políticos a los que acudió durante los últimos veinte años, se cuentan los ex gobernadores de Ñuble Carlos A. Jarpa, Patricio Huepe e Ignacio Marín. También intentó conseguir apoyo de parte de los candidatos presidenciales. En su momento, Joaquín Lavín le ofreció apoyo, pero no pasó nada; durante la última campaña presidencial, el Presidente Sebastián Piñera hizo lo propio.
“Vamos a empezar a cobrar la palabra. De los exonerados políticos, la otra vez le dieron $100.000. ¿Piensan que con eso van a pagar todo el daño? Por lo menos, le dije yo, le alcanzó para costear los pasajes a Concepción”, sostuvo Gladys Jara, esposa de Enaldo.
MÁS INFO EN: http://www.diarioladiscusion.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=14053:lo-expropiaron-peleo-por-indemnizacion-y-obras-publicas-propuso-devolverle-2&catid=92:noticias&Itemid=78
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